jueves, marzo 23, 2006

No es por nada...pero...

No es que esté molesto pero la gente es mas perra que la leche. Ay que ver! Nadie lee mi "HIstoria de Alguien" con lo orgulloso que estoy yo de ella. En fin, allá vosotros panda de gandules, pero está bien ¿no? Que alguien opine por favor

miércoles, marzo 22, 2006

Sergio C.

He visto una peli, y sí, como siempre me ha hecho reflexionar. La peli, pues “Volver”, preciosa, buenísima, perfecta, impecable toda ella. Es la primera película de Almodóvar que veo y si, debe de ser delito, pero así es. Seguro que piensan que voy a dejar aquí mis reflexiones sobre “Volver”. No, como hago siempre, voy a hablar de mí, soy Leo, debo de adorarme, tal vez porque pienso que nadie más lo hace. Me equivoco según algunos piensan. Gracias a todos ellos. Pero en fin, he visto otra peli que no es muy buena. Se llama Melissa P. Sí, sois muy observadores, el título del post es Sergio C. No se que es la P. de Melissa, aunque creo que es de Puta, Mi C…de algo que debería a empezar a ser. Mi post va a ser como el diario de Melissa hoy. Usaré algunas expresiones que me han gustado e intentaré no quitarles tiempo con un Post interminable.
Pues sí, soy lo que soy, y siempre me ha gustado, me gusta ser así y no ser C. como muchos. Se preguntaran…Os preguntareis (odio los formalismos), porque si estoy orgulloso de ser como soy quiero ser un C. Pues porque estoy harto, de una y otra vez repetir la misma historia, no saber decir te amo, ni te quiero, ni me gustas y ser rechazado cada vez que de mi boca sale unas de esas expresiones que se supone que tanto le gustan oír a las niñas. No es así.
Se preguntarán porque me rechazan, o habrán pensado que soy horrible o tengo alguna enfermedad venérea, pues ¡NO! Ni se me cae la poya a trozos ni soy feo…pero tampoco un C. Estarán diciendo que quiero ser un C. por ellas. No y mas veces NO. Es por mí y tan solo por mí. Se acabó ser bueno, ser un “colega” para ellas un amigo al que quieren pero no aman. Ya no. Ya no voy a volver a amar a nadie.
Ella, ella no volverá a verme enamorado ni de ella, ni de nadie. Yo seré fuerte, yo lo soy. Como dice Melissa (mas o menos) o como digo, diré o dije: “Me corte la cara con una cuchilla…me dolió muchísmo…sangré…pero no me dolió tanto como me duele el alma por ti…pero ya no…ya no lloro…yo no lloro, yo no lloro, yo no lloro, YO NO LLORO. Nunca más”. Creo que le he dado un toque personal pero cada uno oye lo que quiere oír y ya no me acuerdo de sus palabras exactamente.
Ahora yo ya no quiero ser bueno quiero ser C. llevar esa C. detrás de mi nombre y jamás concederle nada a nadie sin recibir algo a cambio. Mi amor por tu amor. Mi placer, tu amor…Intentaré cambiar. Mudar la piel como una serpiente. Me atraerán todas, me gustarán todas y no me dará nada follar con la primera que se me ponga por delante. No quiero ser ese niñato soso, tímido y con cara de santo. Y me repito: “NO volveré a ser ese que todo el mundo quiere pero nadie ama”
Seguiré queriéndola con todo mi alma y jamás dejaré de hacerlo aunque nuestros labios nunca se han tocado, aunque mis manos no han rozado su mejilla…aunque jamás me hayas querido ni me quieras nunca como yo lo he hecho…lo hago…lo haré.
Ahora, aunque me cueste la vida jamás me caeré y si me caigo me levantaré. La C. de Cabronazo intentaré llevarla por todo lo alto. Tal vez alguien se enamore de mi alguna vez…tal vez este post esté solo dos días hasta que se me pase el cabreo, pero se que siempre la querré y siempre desearé no haberla querido y haber sido un hijo de puta rompecorazones.
Saldré…de mi mundo y entraré en el vuestro, en el que estáis todos, y no volveré aquí donde estoy solo NUNCA, NUNCA MÁS………..yo…no…lloro

domingo, enero 22, 2006

inSensibles

Definitivamente somos insensibles, mejor dicho, no estamos volviendo así. Ahora somos fríos como el témpano y no nos conmueve escuchar “Ne me quitte pas”, de Jacques Brel ni ver “El club de los poetas muertos”, de Peter Weir. Y lo digo enteramente por mi mismo, ya que intentando conmoverme he buscado por la red algo que pudiera arrancarme tan solo una sola lágrima. Mi búsqueda ha sido en vano, aunque la película del ¡Oh capitán, mi capitán! es preciosa, no ha conseguido emocionarme. Pero lo más fuerte (si me permiten dicha expresión y si no ya la he escrito por lo tanto ustedes se joden), es que me bajé “El hombre elefante”, del gran David Lynch (“Mullholland Drive”, estupenda) y me hizo reír. A mí que llore cuando se murió la abuela de Pedro en la película de “Heidi”, y que lloro cada vez que veo “Nunca me han besado”, voy y me río de un pobre hombre maltratado por la sociedad debido a su fealdad extrema y que muere al final porque quiere dormir como los demás pese a que su desproporcionada cabeza se lo impide. Y yo me parto de este hombre que tiene dos nuevos en la frente, más bien de avestruz que de gallina, y la columna como la antigua carretera de Córdoba. Pero ahí no acaba, al final descubro que es una historia real. Aún así no sentí tristeza, si acaso vergüenza por mí y lástima por él.
En fin, no se si meter a todas las personas en ese saco de hielo es un poco injusto, ya que a algunas personas no les hace falta mucho para empezar a llorar. Pero ¿lloran de tristeza?, o porque son de lágrima fácil. El hecho es que cada vez estamos más acostumbrados a ver tanta miseria, tanta violencia, tantas injusticias en los telediarios, y con el plus de que sean contada con tanta frivolidad, como si los presentadores no tuvieran sentimientos. El caso es que “El club de los poetas muertos”, no me hizo llorar, pero si me hizo llorar “Descubriendo Nunca Jamás” de Marc Forster, pero no por la tristeza de la historia sino porque me di cuenta de que ya había dejado de creer que podía volar, que podía ser quien yo quisiera y surcar el océano dentro de mi habitación, subido en una barca que era mi cama y remando con un remo que era la fregona que tanto estaba buscando en ese momento mi madre. Aunque esto me hace reflexionar, ya que lloré por mí y no por los demás, ¿quiere decir que lo que somos es egoístas y no fríos? Pero no es así, ya que lloraba cuando veía en la tele lo sucedido en el 11-M. Nos hablaban como esparcido por un vagón estaba lo que quedaba del útero de una mujer embarazada, de cómo le daban a una madre el brazo de lo que podía ser su hijo para ver si lo podía reconocer…
Entonces ¿Por qué coño (con perdón) lloramos?, que nos hace estar tristes, es decir, yo se cuando estoy como alma en pena, pero ¿porque cojones (perdón de nuevo) no puedo llorar cuando estoy así? El hecho es que nos estamos enfriando y que a mi que no me hace llorar nada, por lo visto, la perdida de lo que un día tuve (la niñez por ejemplo) y la muerte sin razón de quien no lo merece (aunque también otras cosas como las canciones del verano o las películas de superhéroes) no me hacen llorar, sino estar triste y llorar a la vez, porque lo que creía que iba de la mano parece estar peleado y unirse solo en los muy malos momentos.
Perdonen mis abundantes y graves faltas de expresión y ortografía así como, y sobretodo, mi interminables frases llenas de comas que hacen leerme un suplicio. Tambén, aunque no quiero ser pesado, mi arrogancia al decirles que si no lo perdonan también se jodan,ya que es mi blog y soy libre de escribir una historia de 100 lineas con una sola frase si asi lo quiero. Gracias a los que leen mi blog, que deben ser pocos por los pocos comentariaos que tengo. Yo que esperaba que Gus Van Saint o Lars Von Trier llevaran al cine mi "Historia de Alguien".
Le Boheme

domingo, enero 15, 2006

Empezando de nuevo

Hace mucho que no escribo, y se me ha olvidado de que va mi blog, pero por lo que he leído tenía cierto tinte filosófico, y cierto aíre melancólico por no poder cambiar, no el mundo, sino su esencia.
Pues voy a dejar eso de lado y voy a empezar a escribir pequeños relatos. Como escribo en mi perfil me encanta el cine. El otro día vi “Soñadores”, de Bernardo Bertolucci, y me gustó pero no entiendo porqué. Pues eso es lo que quiero, relatar historias que lleguen al corazón de aquellas personas que las lean, aunque es difícil ya que cada vez somos más fríos e insensibles a los que nos rodea, nos hemos cansado de luchar, de estar tristes, ahora estamos ausentes, perdidos e un mundo que hemos creado entre todos y que jamás nos satisfará, nada nos satisfará en nuestra vida, ni el dinero, ni ser lo que queremos ser, ni nada de eso con lo que soñamos; al final descubriremos que lo que nos llena verdaderamente es una ola que nos golpea en los pies y la arena que se cuela entre nuestros dedos haciéndonos cosquillas, escuchar una canción con los amigos que hacia siglos que no escuchabas y ver que no eras tú el único que se la sabía entera, descubrir a esa persona que crías de piedra llorando al ver una película…, en fin, todas esas pequeñas cosas en las que no reparamos y son las que nos roban la mas sinceras sonrisas y ese pequeño brillo en los ojos que nos recuerda que la vida no es un valle de lágrimas ni nada de lo que ese libro gordo y hecho a cachos dice. ¿Pero yo no iba a escribir una historia?, bueno, tomamos esto como el prólogo.
PRIMER Y ÚLTIMO CAPÍTULO DE LA HISTORIA DE ALGUIEN
Alguien era una persona normal, o eso creían todos. No se sabe muy bien ni su sexo, ni su religión, ni la doctrina filosófica ala que era fiel, aunque de todas manera todo eso tan importante carece de importancia, aunque suene redundante, en la historia de Alguien.
Alguien vio por primera vez la luz del sol, mejor dicho la luz eléctrica que tanto daño le hizo en sus pequeños ojos, en un quirófano cualquiera de un hospital cualquiera que estaba en algún lugar del que no me acuerdo ni me hace ilusión recordar cuál. De lo que si me acuerdo es que Alguien tenía mucho frío y que pensó que los quirófanos deberían tener calefacción o algo parecido, aunque pronto descubrió por que no disponían de ese método tan convencional de dar calor. Al pobrecillo le hostiaron con ganas, encima de que no podía respirar, pobrecito. Pensó que le dieron un recibimiento demasiado caluroso y que si así era toda la gente vaya panda de salvajes ocupaban el mundo. No tenía ni idea hasta que punto poseía razón, el caso es que ahora podía respirar.
Mas tarde después de que esa gente le hiciera un montón de cosas que no entendía le llevaron con una persona que bebía de conocer de algo pero que no recordaba, tan solo esperaba que no le pegase otra paliza como la de antes. No fue así, esta persona era diferente, sintió que le daba calor, y en solo un segundo comprendió que le iba a proteger durante toda su vida, pero había cosas de las que sus alas no le podían cubrir, además Alguien tendría que ver como, una a una, comenzaban a caer las plumas de ese ángel del que se había enamorado nada mas sentir el contacto de su suave piel. Más adelante descubrió que a los ángeles se les llamaba madre, pero que si querías podías llamarle mamá o mami, o cualquier otra cursilada que se te ocurriese. Lo que no entendía era porqué un guerrero que lucía hermoso se mostraba tan cariñoso con su ángel, y porqué sentía como si le apretasen muy fuerte en el estomago.
Alguien creció feliz durante unos años aunque tubo que aguantar al guerrero todo ese tiempo después descubrió que era una especie de escolta de su ángel y de él, y que sería capaz de dar su vida por ellos, eso hizo disminuir lo que según un mueble de la casa en el que por la tarde había personas dentro que se peleaban, se querían y hablaban de modo raro; se llamaba celos o algo así, aunque para el era dolor de estómago.
Cuando llevaba unos años más en este mundo el ángel llevó a Alguien a un lugar en el que había muchos Alguien y que se llamaba escuela, pero llamamos solo Alguien a nuestro Alguien porque sino que lío. Había muchas personitas como Alguien que le miraban y le hablaban en una extraña lengua que se parecía a la suya pero cuando estaba nervioso, el caso es que el también hablaba así, pero a si mismo sí se entendía.
Aquella gente no le gustaba porque sentía que él no les caía bien, y cuando estaba con ellos sentía que algo se le movía muy rápido dentro del pecho, y que le salía agua por la piel. Alguien se sentaba solo a comerse lo que su ángel le preparaba con cariño y cuando lo comía podía sentir el amor con el que el ángel lo había hecho para él. Los otros personajes de la historia jugaban o a correr detrás de un circulo, como había aprendido en clase que se le decía a una cosa redonda; y otros jugaban a que eran ángeles como el suyo, ninguno le llegaba a la suela de los zapatos a su ángel.
Aunque a veces se sentía solo Alguien jamás cambiaría su forma de actuar por compañía, aunque a veces intentaba ser como los demás personajillos para tener un poco de la felicidad que dan lo que los personajes llamaban amigo. Siempre que lo hacía le salía mal, el era diferente y los personajillos muy inmaduros para comprenderlo. Los años pasaban y Alguien se había creado un mundo imaginario en el que vivía con muchos personajillos que sentían cosas buenas por el, vagaba de un lado a otro soñando que volaba junto a sus, como era, ah, amigos. Algunas veces se quedaba cerca de los otros personajillos para comprender como eran y que había que hacer para se como ellos. Unos eran muy brutos y actuaban de manera extraña, se saludaban dándose golpes en la espalda y soltaban sus gases por diversión. Alguien dejó de observar a ese grupo y empezó con el otro. Este si que era extraño, incomprensible para el, eran cursis de manera desmesurada, y jugaban a juegos mucho mas tontos y aburridos que corre detrás del circulo, ah, se llamaba balón, y con el se podían jugar a muchos juegos más o menos igual de tontos. A Alguien le gustaba jugar con sus personajes de plástico a inventar historias interminables que a veces eran felices y otras tristes, pero casi siempre eran felices, ya tenía bastante tristeza día a día no pudiendo comprender a los que le rodeaban ni porqué el no era como ellos. A veces se sentía inferior a ellos y otras veces muy superior, pero tanto las unas, como las otras le producían tristeza.
Un día estaba de pie encima de un banco creyendo que era el rey de mundo, eso fue antes de TITANIC, él lo hizo primero (Por cierto que viendo esa película fue la primera vez que lloró sin haberse hecho alguna herida en su rodilla al caer en el cemento, después descubrió que había heridas que sin sangrar dolían muchísimo mas que esas y te las hacías al caer mucho mas abajo del suelo). Está bien no se escribir pierdo el hilo…sigo. Como he dicho estaba en pleno ataque de euforia al estar más alto que los demás estando subido en aquel banco y un personaje se le acercó, le preguntó que era lo que hacía y le contesto que viendo el paisaje, en fin, no creo que se la colase. El personaje le pregunto que si quería jugar con él, el muy alagado le dijo que sí, y cuál fue su alegría al descubrir que jugaba a las historias interminables, pero sin personajes de plástico, en realidad era mucho mejor ya que los de plástico no podían mover la cara, eran tan insensibles y fríos como algunas personajes de carne y hueso.
Durante unos años, aunque cuando estaba en su casa estaba solo, con el nada más que jugaba el guerrero pero sólo cuando no salía a cazar para darles de comer a él y a su ángel. Pero cuando iba al colegio siempre estaba allí su amigo, ya podía utilizar la palabra, el problema surgió cuando al pasar los años el personaje al que ya podía llamar amigo no le llamaba a el así, solo usaba esa palabra con Alguien cuando no tenía a nadie más a quien decírsela. Primero Alguien no se daba cuenta de esto pero pronto empezó a descubrirlo y se sintió decepcionado, triste, hundido; pero no tenía a nadie más, que importaba que solo fuese su amigo algunos ratos el era feliz esos ratos y quería a su amigo, no podía hacer nada que no le llevara de nuevo a la soledad.
De esta persona recibió una decepción tras otra, pero siguió siendo amigo suyo hasta que el personaje pudo encontrar amigo que no le fallasen en ningún momento como lo hacía Alguien, pero en personajes normales. Ahí fue cuando la columna de la amistad que veneraba se cayó y fue la segunda vez que lloró sin hacerse ninguna herida. Lloró en soledad durante varios días sobre los trozos desmoronados de la columna, los llevaba al personaje que había querido, dándoselos de nuevo para reconstruir la columna pero el personaje ya tenía varias columnas y no necesitaba más. Nadie se entero de la profunda tristeza que sentía Alguien, nadie jamás sabrá lo que le dolía dar un paso detrás de otro hacia no se sabe donde.
Entonces cuando ya creía que esos pasos le llevaban por un camino que tenía un final inminente se topó con personajes interesados en su forma de ser, tan misteriosa, tan extraña, sentían curiosidad por conocerle. Otro personaje que era simpático con todo el mundo y también con el, lo que lo hacía no sentirse diferente y aunque ese personaje alegre no fue un amigo en el que confiar para Alguien, él jamás le olvidará. Otro personaje que conoció era tan raro como él solo que más curtido, tal vez había sufrido mucho más que él. Se fascinaban el uno al otro, cada día Alguien aprendía algo nuevo de él, y el personaje quedaba sorprendido por las teorías, las cuales creía lógicas, que formulaba Alguien. Después conoció a otro personaje que sin razón admiraba a Alguien y éste se sentía orgulloso, aunque de vez en cuando frustrado por no encontrar la razón de aquella admiración. También conoció a una persona que no se dejaba conocer, pero Alguien había sido así siempre y no dejaría que nadie más se hiciera daño a si mismo. Su amistad con este personaje, aunque extraña, sería inquebrantable. También conoció a un personaje burbujeante, se podría decir que solo su mera presencia hacia feliz a Alguien aunque este personaje y él pelearan por cosas tan absurdas que ni siquiera Alguien las recuerda, pero si recuerda que al final acababan siempre riéndose a carcajadas. Este personaje era la ESPERANZA de Alguien, la luz que brillaba a lo lejos recordándole que debía seguir, y alguien que cuando se separaron Alguien echó de menos profundamente.
Y Alguien le conoció, conoció al personaje que le clavó una daga en el corazón para que no le olvidase, el personaje con el que no había noche o día en el que en sus sueños no apareciera. El personaje que le recordó a Alguien que no tenía que ser otra persona distinta para poder se feliz, el personaje que se merece un punto y aparte, u párrafo para el solo, en definitiva el personaje que fue el AMOR para Alguien. Pero Alguien no podía enamorarse de nadie, le estaba prohibido, el sabía que el amor es conocerse y aceptarse, pero Alguien no se aceptaba a si mismo, ¿cómo le iba a aceptar otra persona?, alguien estaba atado a esa columna. Para él que antes cualquier personaje que tan sólo se hubiese fijado en él, o le hubiera dedicado una sonrisa se habría convertido en un dios, ahora solo sería un témpano más, otro frío trozo de hielo, que no podía aportarle lo que AMOR podía darle.
Sonaron las campanas, Alguien que supo que no podía ser amado ni por AMOR ni por cualquier otra persona y calló, o mejor dicho, esta vez, se tiró, a aquel pozo, en el que en el fondo había un camino lleno de clavos con los que Alguien se pinchaba, otra vez se abrieron aquellas heridas que esos personajes tan especiales le habían cerrado. Se abrieron otras heridas en sus pies y sentía que no podía seguir caminando, el dolor era tan intenso que cayó al suelo, pinchándose por todo el cuerpo, se quedo un instante quieto, sin moverse, sin pensar, logró no pensar y fue feliz, en ese momento fue feliz y despertó. Estaba en la bañera, el agua estaba helada y no sabía si donde se estaba bañando era en sus lágrimas en si mismo. Salió de la bañera, se afeito la barba y se acostó. Al día siguiente no sonó el despertador para ir a trabajar o tal vez no lo escuchó. Cuando despertó vio que estaba parado. No había nadie en su casa, ni su esposa, ni sus hijos, nadie. Oyó el tañido de las campanas de nuevo y se dio cuenta que había vivido varios años sin darse cuenta, que ahora tenía una mujer y unos hijos que le querían. Se vistió y salió a la calle, estaba todo desierto, no había nadie, ni en las casas, ni en las tiendas, nadie, solo el sonido de las campanas. Alguien las estaría haciendo sonar. Corrió hacia la iglesia, entro con reticencia, podía recordar que nunca había sido plato de buen gusto para él entrar allí. Siguió adelante, había un ataúd al pie del altar. Se acerco y se vio allí, estaba muerto, pero también vivo, ¿Qué estaba pasando? Se volvió y vio que estaba llena la iglesia. A un lado de las bancas estaban las personas de aquellos años que ahora le eran borrosos, su mujer, sus hijos, sus compañeros de trabajo, su mejor amigo al que le contaba todo y le encantaba escuchar, su médico…todos. A la izquierda estaban los de los años que recordaba perfectamente, personas que le habían hecho feliz, personas que odiaba, personas que le aceptaba otras que no pero que le querían y otras que simplemente conocía de vista. Empezó a caminar dirigiéndose a su esposa, sus hijos. Allí estaba el guerrero, siempre defendiéndolos a él y a su ángel, y paró en seco, recordó que su ángel hacia tiempo ya que vio caer su ultima pluma dorada, se sintió vacío, ¿como puede ser? Ese lado era en el que todo era perfecto, estaba todo bien allí. Todo se oscureció de nuevo menos una luz, a lo lejos, era su ESPERANZA, aquel personaje con el que perdió el contacto hacía tiempo. Pero no le iba a ayudar estaba en medio, en el pasillo, entre las dos hieras de bancas. Le miraba como siempre lo había hecho con sus grandes ojos que en vez de reflejar la luz como la mayoría, parecían dos luces en sí. Entre su derecha en el que todo era bueno excepto la ausencia de su ángel, de su querida madre; y su izquierda en el que la mayoría era malo, o le había producido una felicidad efímera. Estaba claro debía ir a la derecha, pero en medio de todo lo malo estaba aquel personaje, allí entre lo peor de todo, y es que aunque había amado tanto a aquel personaje, en realidad era el que le había empujado sin querer al abismo. Aquel que le había echo sufrir. Se quedo quieto, quería llorar, AMOR le quería pero Alguien nunca se había planteado ni siquiera tocarle. Era tan superior a él, y aunque esta no era una opinión generalizada, tan superior al resto del mundo...Alguien quiso ser por un momento aquella persona que estaba en el ataud que tan pareciso era a él, pero ese deseo que le apartaba de aquella persona no duro ni una milesima de segundo. Todavía llevaba la daga clavada en el corazón y aunque recordaba haber querido a su mujer con toda sus fuerzas no había olvidado en ningun momento la profundidad de los ojos del AMOR y la profundidad de la herida que en su corazón había hecho esa daga. Sus pasos los guiaba el corazón que el había callado durante tanto tiempo. Ahora hablaba y gritaba a los cuatro vientos que quería ser amado. Camino hacia allí, hacia la izquierda y tomo de la mano a AMOR, y esta vez sí, le dijo que le amaba, y que debía amarle a él porque no había nadie tan excepcional como él, ni nadie que le quisiera tanto, ni nadie con el que tubiera una conexión telepática como la que tenían, siempre se leian el pensamiento, y lo que uno hacía en la Patagonia, lo hacía el otro en Pekín. Los dos salieron de ese horrible lugar en el que había que elegir entre la felicidad y la tristeza.Y vivieron felices a veces y tristes otras, porque la vida es así, a veces triste y a veces feliz, y crearse un mundo de felicidad en el que se tiene todo es un error en el que los humanos caemos siempre. Debemos no tener nada, después ganar algo y volverlo a perder, debemos seguir adelante y no rendirnos jamás y no tenerle miedo a lo que habrá después, porque después no habrá nada, y volveremos a empezar de nuevo una y otra vez. Y esta historia, como la bida, te ha hecho llorar, y te ha hecho feliz, y este no, claro que no, porsupuesto que este no es su final, la historia sigue, sique y vuelve a empezar de nuevo en el corazón de otro Alguien, es interminable, es infinita……………………………..